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Romeo y Julieta en bandeja: un dulce irresistible que hará las delicias de todos

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Si eres fanático de los dulces y te encantan las combinaciones clásicas, te enamorarás de esta receta de Romeo y Julieta en Bandeja. ¿Conoces ese dulce que mezcla el sabor suave y cremoso del queso con la intensa dulzura de la pasta de guayaba? Pues este postre es la prueba de que, a veces, las combinaciones más sencillas son las más ricas. ¿Preparemos juntos este delicioso manjar?

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Descripción de la receta

Romeo y Julieta es un clásico de la cocina brasileña, y aquí le vamos a dar un toque especial con esta versión en plato, perfecta para servir en ocasiones especiales o simplemente para endulzar el día. Esta receta es súper práctica y lo mejor: se lista rápidamente. Con sólo unos pocos ingredientes y una sencilla guía paso a paso, impresionarás a cualquiera que pruebe esta maravilla.

Imagine una capa cremosa de queso combinada con la dulzura de la pasta de guayaba derretida, todo en una presentación sorprendente. Es el tipo de postre que parece sofisticado, pero que en realidad es bastante fácil de preparar. ¿Y el resultado? Un dulce que agrada a los paladares más diversos, desde los que gustan de un sabor más suave hasta los que prefieren algo más dulce.

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Este postre es perfecto para ese almuerzo de domingo en familia, cena con amigos o incluso para servir en fiestas. Entonces, ¿qué tal si te unes a mí en esta aventura culinaria y preparas un Romeo y Julieta en bandeja que hará suspirar a la gente?

Ingredientes para Romeo y Julieta en bandeja

  • 500 g de pasta de guayaba en trozos
  • 1 taza de agua
  • 400g de queso crema o queso crema
  • 1 lata de leche condensada
  • 1 lata de crema
  • 1 sobre de gelatina incolora sin sabor
  • 5 cucharadas de agua para hidratar la gelatina

Preparando los ingredientes

Antes de empezar, es importante tener todos los ingredientes a mano. La pasta de guayaba se debe cortar en trozos pequeños para que se derrita más fácilmente. El queso crema o queso crema le dará esa textura irresistible al dulce, y la leche condensada y la nata garantizan el equilibrio entre dulce y cremoso. La gelatina incolora dará la firmeza necesaria para que el postre quede en su punto.

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Esta receta es muy rápida de hacer, tarda unos 30 minutos en prepararse, más el tiempo en el refrigerador para que se endurezca. Por eso, es ideal para esos momentos en los que necesitas un postre delicioso, pero no quieres pasar horas en la cocina.

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