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¿A quién no le encanta un buen postre que sea a la vez práctico, refrescante e increíblemente delicioso? ¡ El Maravilloso Pavé de Limón es exactamente eso! Si buscas una receta fácil de hacer que impresione tanto en sabor como en presentación, esta es la elección perfecta. Y lo mejor de todo: no necesitas ser un chef profesional para preparar esta maravilla. Te guiaré en cada paso y verás qué sencillo es armar este postre clásico, con ese toque especial de limón.
Este pavé es el tipo de postre que a todo el mundo le encanta. Combina el suave dulzor de la leche condensada con el refrescante toque cítrico del limón, creando un equilibrio perfecto de sabores. Ideal para esos días de calor o para terminar con broche de oro un almuerzo familiar. ¿Y sabes qué es lo mejor? La receta es tan fácil que incluso puedes prepararla con los niños o con ese amigo al que le encanta ensuciarse las manos.
Entonces, ¡vamos! Prepara tu cocina y separa los ingredientes, porque este pavé de limón será lo más destacado de tu mesa. Si siempre has querido lucir un postre sencillo y lleno de sabor, esta es tu oportunidad. ¿Vamos juntos en esto?
Maravillosos ingredientes de pavé de limón
- 1 lata de leche condensada
- 1 lata de crema
- Jugo de 4 limones
- Ralladura de limón (para decorar)
- 1 paquete de galletas de maicena
- 200 ml de leche (para mojar las galletas)
- 1 cucharada de azúcar (opcional)
Sobre los ingredientes y el tiempo de preparación
Ahora que ya has visto los ingredientes, hablemos un poco de cada uno de ellos y lo que aportan a esta receta. La leche condensada es la base cremosa que le dará al pavé esa textura irresistible. Combina perfectamente con el zumo de limón, que además de aportar sabor, también ayuda a reafirmar la consistencia de la crema. La ralladura de limón es ese toque final que aporta frescura y un bonito aspecto al plato.
Las galletas de maicena son la parte crujiente del pavé y crearán deliciosas capas que se mezclan con la crema, dejando cada bocado con una textura diferente. Los humedecerás en leche para que queden blanditos pero aún mantengan su estructura. El azúcar es opcional si quieres que la crema quede aún más dulce, pero como el limón ya contrarresta el dulzor de la leche condensada, es sólo una cuestión de gusto personal.
En cuanto al tiempo de preparación, dedicarás unos 20 minutos a armar todo. Después basta con meterlo en el frigorífico durante al menos 2 horas, para que el pavé quede bien firme y frío. Es decir, en menos de media hora lo tendrás todo listo, y el resto es esperar (¡y contener la ansiedad!).
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