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Si hay una receta que nunca pasa de moda son las empanadillas de carne picada. Sencillo de hacer, sabroso y versátil, este cupcake es una auténtica salvación para esos días en los que queremos un plato rápido, pero con un sabor sorprendente. Marida perfectamente con cualquier guarnición y agrada a todos los paladares, desde el más tradicional al más exigente.
En este artículo te enseñaré a hacer una versión espectacular de este cupcake, que no sólo queda delicioso, sino que también es perfecto para cualquier ocasión. Ya sea para servir en el almuerzo con una ensalada, como merienda en una reunión con amigos o incluso para las loncheras de los niños, ¡esta receta será un acierto!
Entonces, ¿nos ensuciaremos las manos? Te garantizo que una vez que la pruebes querrás hacer esta receta siempre que tengas sobras de carne molida en el refrigerador. ¡Empecemos por los ingredientes que ya deberías tener en casa!
Ingredientes de bola de masa de carne picada crujiente
Para las empanadillas:
- 500 g de carne molida (chuleta, pato o carne de tu elección)
- 1 cebolla mediana picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 huevo
- 1/2 taza de pan rallado
- 1 cucharada de perejil picado
- Sal y pimienta negra al gusto
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de comino en polvo (opcional)
- aceite para freír
Ahora que tienes los ingredientes, hablemos un poco de los elementos imprescindibles para esta receta. Primero, la carne molida es el ingrediente principal y puede ser tu elección. Si te gusta la carne más magra, el patito es una gran opción, pero si prefieres una bola de masa más jugosa, la carne de chuck te garantizará ese increíble sabor. Los condimentos son sencillos y básicos, pero marcan la diferencia en el resultado final. Y por supuesto, ¡el pan rallado ayuda a darle ese crujido que a todos les encanta!
Esta receta además de práctica es rápida. El tiempo total de preparación es de aproximadamente 30 minutos, por lo que se puede realizar incluso en los días más ocupados. La parte que lleva más tiempo es la fritura, que requiere un poco de paciencia para conseguir que las bolas de masa queden doradas y crujientes por fuera, pero suaves por dentro.
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