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Tiempo total: 20 minutos
Dificultad: media
Lo que sí sabemos es que el baklava se hace hace muchos siglos y que hoy en día se prepara en diferentes versiones del Líbano, Turquía y Grecia. Esta receta es similar al baklava turco (cevizli baklava), que se prepara con capas de nueces y se rocía con almíbar de azúcar cuando sale del horno. En lugar de usar masa filo comprada en la tienda, prepararás la masa desde cero y luego la cubrirás con mantequilla y nueces. ¿El resultado? ¡Dulce, crujiente y muy delicioso!
¿Qué es el baklava?
El baklava es un postre elaborado con capas de masa rellenas de nueces y miel o almíbar. El baklava se conoce desde hace muuuuuuucho tiempo, y los primeros registros escritos datan del siglo XIII (aunque algunos dicen que se basa en una receta del año 800 a. C.)
En la actualidad, existen algunas variantes del baklava, según la región de procedencia. El baklava libanés suele elaborarse con un jarabe de azúcar que contiene tanto azahar como agua de rosas. El baklava griego es más conocido por la combinación de miel y nueces. El baklava turco es un poco más sencillo, sin ningún sabor adicional: solo nueces, mantequilla y un simple jarabe de azúcar.
Consejos
No pongas demasiada mantequilla entre las capas. Una capa fina será suficiente (no quieres que la masa quede demasiado empapada).
Si no te apetece preparar tu propia masa, puedes utilizar masa filo comprada en el supermercado. Asegúrate de que esté completamente descongelada (pero no tibia) antes de usarla.
Para una versión deliciosa, pero nada tradicional, ¿por qué no rociarlo con un poco de chocolate antes de servir? Asegúrate de usar chocolate negro, ya que el chocolate con leche o el chocolate blanco pueden hacer que el postre quede demasiado dulce (a menos, por supuesto, que te gusten los postres súper dulces).
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