No compro un rollo de semillas de amapola, pero lo horneo yo mismo de acuerdo con una receta antigua: no se pone rancio por mucho tiempo y es mucho más sabroso que en las panaderías.

La receta tiene matices de trabajar con la masa que no conocía antes. El resultado resultó ser tan bueno que olvidé prometerme a mí mismo que comería menos panecillos.

Y mi marido me animó a hacer este rollo: siempre compraba unas piezas para el desayuno en la panadería y me preguntaba si podía hacerle el mismo. Para frotar las narices de los pasteleros locales, recurrí a un libro soviético. El rollo según esta receta es suave, exuberante y no se vuelve rancio durante mucho tiempo: no se puede comprar en ningún lado.

Ingredientes:

Para la masa:

• 400 gramos harina
• 100 ml. agua
• 110 gramos azúcar
• 150 gramos mantequilla o margarina
• 2 cucharaditas levadura activa seca (o 30 gr. fresca)
• 2 huevos + yema
• 1 cucharadita sal, vainillina

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