Postre de Gelatina con Leche Condensada y Nata: ¡Delicioso helado que se deshace en la boca!

Método de preparación de recetas

1. Prepara la gelatina:
Primero, comencemos con la base de este postre: ¡la gelatina! Disolver los tres sobres de gelatina en 500 ml de agua caliente, removiendo bien hasta que se haya disuelto todo el polvo. Luego agregue 500 ml de agua helada y mezcle nuevamente. Una vez bien mezclada, vierte la gelatina en un plato grande o en recipientes individuales y coloca en el frigorífico hasta que cuaje (aproximadamente 3 horas).

2. Mezclar la Leche Condensada y la Nata:
Mientras la gelatina está en el frigorífico, prepara la crema que le dará ese toque especial al postre. En un bol mezcla la leche condensada con las dos cajas de nata. No es necesario calentarlo, simplemente mezclar hasta obtener una crema suave y homogénea.

3. Armado del Postre:
Luego de que la gelatina esté firme, retírala del refrigerador y, con un tenedor, dale un ligero raspado para que la crema de leche condensada penetre bien en la gelatina. Luego, vierte la crema de leche condensada sobre la gelatina y regresa el recipiente al refrigerador por 1 hora más, para que quede todo bien firme.

¡Y eso es todo! Ahora simplemente sirve este delicioso manjar frío y disfruta. El contraste entre la gelatina y la nata es perfecto, y puedes usar tu creatividad para decorar con fruta fresca o virutas de chocolate.

Versión saludable de la receta

Para los que queréis una versión más ligera y saludable de este postre, no os preocupéis, ¡tengo la solución! Adaptaremos los ingredientes, pero sin perder el sabor. Esta versión es perfecta para aquellos que cuidan su dieta, pero no pueden renunciar a un dulce.

Ingredientes:

• 3 paquetes de gelatina sin azúcar (sabor fresa u otro sabor a elección)
• 1 lata de leche condensada dietética o casera
• 2 cajas de nata ligera o crema vegetal (si lo prefieres)
• 500 ml de agua caliente
• 500 ml de agua helada

El método de preparación es el mismo, sólo que cambiando a ingredientes más ligeros. La gelatina sin azúcar y la leche condensada dietética te garantizarán un postre menos calórico, pero igualmente sabroso. ¡Ideal para quienes quieren cuidarse, pero sin renunciar a un dulce!

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