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Hoy les voy a compartir una receta increíble que viene como anillo al dedo en estos días de calor. Es un postre frío y cremoso, perfecto para los amantes de la practicidad y el sabor. Me encantan recetas como esta, que son rápidas, fáciles y, por supuesto, irresistibles. Este postre de leche condensada es perfecto para cualquier ocasión, desde esa cena especial hasta una merienda rápida a media tarde. Tiene dos capas deliciosas: una súper cremosa y otra con un toque caramelizado. ¿Y lo mejor? ¡Solo necesitas mezclar los ingredientes y refrigerar!
Si buscas un postre refrescante para la época de calor, seguro que esta receta te encantará. La combinación de leche condensada y salsa de caramelo crea una explosión de sabores, y el toque de vainilla aporta una suavidad perfecta. No necesitas ser un experto en la cocina para preparar esta delicia, es súper sencilla y rápida de hacer. ¿Hacemos esto?
Ingredientes para el postre cremoso de leche condensada
Para que este postre quede bien explicado, dividí los ingredientes en dos capas:
Primera capa:
- 3 cucharadas de maicena
- 500 ml de leche
- ½ taza de azúcar
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Segunda capa:
- 1 taza de azúcar
- 1 cucharada de margarina o mantequilla
- 300 ml de leche fría
- 1 cucharada de maicena
- 50 mililitros de agua
Artículos y tiempo de preparación
Esta receta es de esas rápidas, en las que en apenas unos minutos tienes un postre listo para llevar en la nevera. Con 10 minutos de preparación y otros 40 minutos en el frigorífico podrás tener un postre ligero y frío, ideal para estos días de calor. ¡Los ingredientes son simples y probablemente ya tengas todo en tu cocina!
Para montarlo, utiliza un plato de cristal, lo que hará que las capas se vean claramente y el postre tenga aún más encanto. Además, es súper práctico a la hora de servir.
Método de preparación de recetas
¡Aquí te dejamos la guía paso a paso súper fácil para que prepares esta delicia!
Primera capa:
- En un sartén mezcla las 3 cucharadas de maicena con un poco de leche fría, hasta que se forme una crema homogénea. Esto evitará que se formen grumos.
- Agrega el resto de la leche y ½ taza de azúcar, mezclando bien. Por último, añade la esencia de vainilla, que le dará ese toque especial.
- Coloca la sartén a fuego medio, revolviendo constantemente. Continúe revolviendo hasta que la mezcla espese y adquiera una consistencia cremosa, similar a una papilla más espesa.
- Cuando esté listo, apaga el fuego y vierte esta primera capa en una fuente. Deja enfriar por completo mientras preparas la segunda capa.
Segunda capa:
- En otra cacerola agrega la taza de azúcar y calienta a fuego lento, revolviendo ocasionalmente, hasta que el azúcar se derrita y se convierta en un caramelo dorado.
- Una vez listo el caramelo, agrega la cucharada de margarina (o mantequilla) y mezcla bien hasta incorporar al caramelo.
- Vierta 300 ml de leche fría de una vez. En este punto el caramelo se endurecerá un poco, ¡pero no te preocupes! Continúe revolviendo a fuego medio hasta que se disuelva nuevamente en la leche.
- Disolver la cucharada de maicena en 50 ml de agua fría y añadir esta mezcla a la sartén. Remueve constantemente hasta que la segunda capa de crema espese.
- Cuando la nata esté lista verterla sobre la primera capa que se haya enfriado en el plato.
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