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Ahora que ya has separado todos los ingredientes, vayamos paso a paso:
- Calentar los líquidos : En una sartén añadir la leche, el agua y el aceite. Calentar hasta que empiece a hervir. Esto es importante para “escaldar” el almidón de yuca.
- Blanquear la fécula de yuca : En un bol grande colocar la fécula de yuca y la sal. Vierta la mezcla líquida hirviendo sobre el almidón de yuca, revolviendo bien con una cuchara de madera hasta que se incorpore. La mezcla tendrá una textura quebradiza y esto es normal.
- Agrega los huevos : Espera a que la mezcla se enfríe un poco, luego agrega los huevos uno por uno, mezclando bien después de cada adición. La masa quedará más homogénea y pegajosa.
- Terminar la pasta : Si optas por queso parmesano, agrégalo ahora y mezcla bien. La masa debe tener la consistencia suficiente para poder darle forma con las manos.
- Dar forma a las empanadillas : Con las manos ligeramente untadas con aceite, hacer bolitas con la masa y colocar en una bandeja de horno engrasada o forrada con papel de horno.
- Hornea las bolas de masa : Hornea en el horno precalentado a 180°C durante unos 20 a 25 minutos, o hasta que las bolas de masa estén doradas y firmes por fuera.
- Sirve y disfruta : Saca los cupcakes del horno y déjalos enfriar un poco antes de servir. ¡Son perfectos para acompañar un café o el té de la tarde!
Un toque de humor en la cocina
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Si eres como yo, a quien le encanta probar nuevas recetas y ver los resultados enseguida, te divertirás con estos cupcakes. Aquí en casa cada lote es una sorpresa: algunos salen más redondos, otros un poco más planos, pero todos igual de deliciosos. El secreto es tomarse su tiempo y divertirse en el proceso. Después de todo, ¡cocinar es una forma de relajarse y crear momentos inolvidables!
Versión saludable de albóndigas de tapioca saladas
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