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Pastel de mantequilla: la tradición que se deshace en la boca

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El pastel de mantequilla es delicioso por sí solo, pero puedes realzarlo aún más con algunas variaciones simples:

  • Glaseado de azúcar y limón : Mezcla 1 taza de azúcar glass con 2 cucharadas de jugo de limón y rocía sobre el bizcocho mientras aún está caliente. Esto crea una corteza ligeramente ácida que contrasta con la dulzura del pastel.
  • Fruta Fresca : Sirva con fresas, frambuesas o rodajas de durazno fresco. La acidez de las frutas complementa la riqueza del bizcocho.
  • Nata montada o helado : Para un postre más indulgente, sirve el bizcocho con una bola de helado de nata o una generosa ración de nata montada.

Conclusión

El pastel de mantequilla es un clásico que nunca pasa de moda. Fácil de hacer e increíblemente sabrosa, es el tipo de receta que puedes preparar cuando quieras algo reconfortante y delicioso. Ya sea acompañado de un café recién hecho o de un té de la tarde, seguro que conquistará tu corazón y el de cualquiera que lo pruebe.

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