Lo hice por primera vez y ahora es mi dulce favorito.

¿Conoces esa receta que pruebas una vez y de repente se convierte en tu favorita? ¡Fue así con este dulce aquí! Es una combinación perfecta entre cremosidad y crujiente, con una base de galleta María, un relleno suave y una cobertura de almendra tostada que le da ese toque especial. ¿Lo mejor de todo? ¡Es súper fácil de hacer! Aunque no seas un experto en la cocina, te sorprenderá el resultado. Así que ven conmigo y te enseñaré a preparar esta maravilla. ¿Empezamos?

Ingredientes dulces favoritos

Base:

• 150 g de galletas María trituradas
• 50 g de mantequilla derretida

Relleno:

• 2 cajas de nata (400 ml)
• 1 lata de leche condensada (397 g)
• 5 hojas de gelatina sin sabor
• 50 g de leche chocolatada

Cobertura:

• Almendras tostadas al gusto

Ahora que has separado todos los ingredientes, hablemos un poco de cómo todo esto se convertirá en tu nuevo postre favorito. La base está hecha de galletas trituradas y mantequilla derretida, lo que le da esa maravillosa textura crujiente. El relleno queda súper cremoso, con el toque dulce de la leche condensada y la ligereza de la nata montada a picos firmes. Y para colmo, tiene el crujido de las almendras tostadas en la cobertura. El tiempo de preparación es rápido, pero el gran secreto de esta receta es el enfriamiento: se necesitan unas horas en el frigorífico o el congelador para garantizar que todo esté en el punto correcto.

Cómo preparar tu dulce favorito

Base:

1. En un bol mezcla las galletas María trituradas con la mantequilla derretida hasta formar una miga húmeda.
2. Forrar el fondo de un molde desmontable (20 cm de diámetro y 7 cm de altura) con papel de horno.
3. Presione bien la mezcla de galletas en el fondo del molde, alisándola para que quede uniforme. Libro.

Relleno:

1. Coloca las hojas de gelatina sin sabor en un recipiente con agua fría y déjalas hidratar por 3 minutos.
2. Mientras tanto, bate la nata hasta formar picos firmes, esta es la parte que garantizará la cremosidad de la receta.
3. Agrega poco a poco la leche condensada a la nata montada, continuando batiendo hasta que esté todo bien mezclado y homogéneo.
4. Derretir las hojas de gelatina hidratadas en el microondas durante 1-2 segundos (cuidado de no sobrecalentar).
5. Agrega la gelatina derretida a la mezcla de nata y leche condensada, mezclando bien para no perder la ligereza del relleno.
6. Separa parte de la nata y mézclala con el chocolate hasta que tenga un color uniforme.

Asamblea:

1. Coloca la mitad de la nata montada sobre la base de galleta que preparaste anteriormente.
2. Si quieres darle un toque extra, extiende sobre esta primera capa de crema unos trozos de galleta María troceados.
3. Luego, coloca la crema batida con chocolate sobre la capa anterior, formando un contraste de colores y sabores.
4. Terminar con el resto de la nata montada, alisando bien la superficie con una espátula para que quede todo uniforme.

Cobertura:

1. Ahora es el momento de añadir ese toque crujiente. Espolvorea las almendras tostadas por encima de la tarta, extendiéndola de forma que cubra toda la superficie.

Enfriamiento:

1. Coloca la tarta en el frigorífico durante al menos 6 horas para que cuaje todo. Si quieres acelerar el proceso, puedes colocarlo en el congelador durante 3 horas.

Desmoldar y servir:

1. Pasado el tiempo de enfriamiento, retira con cuidado el borde del molde y retira el papel de horno para soltar el pastel de la base.
2. Córtelo en rodajas y sírvalo frío; este pastel es increíble tanto frío como congelado.

Versión saludable de tu dulce favorito

¿Quieres hacer esta delicia en una versión más ligera? ¡Ningún problema! Aquí hay sustituciones para una receta más saludable pero deliciosa:

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