Irresistible Mozzarella Casera: ¡Aprende a preparar esta deliciosa delicia en casa!

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Empieza calentando la leche a fuego medio hasta que alcance los 31ºC. Si no tienes termómetro, utiliza el truco de los dedos: la leche debe estar tibia, sin quemarse.

Agregue ácido cítrico diluido y revuelva suavemente durante un minuto.

Luego agregue el cuajo líquido y el cloruro de calcio (si se usa) y revuelva nuevamente durante unos 30 segundos.

Tapa la cacerola y deja reposar la leche de 5 a 10 minutos, hasta que se forme una cuajada firme.

Con un cuchillo cortamos la cuajada en cubos de unos 2 cm aproximadamente. Déjalo reposar otros 5 minutos.

Calentar la cuajada lentamente a 42ºC, revolviendo suavemente. Este proceso ayuda a liberar el suero.

Ahora, retira el suero con una espumadera y transfiere la cuajada a un bol.

Calentar la cuajada al baño maría hasta que se vuelva elástica. Esto puede tardar unos minutos. Usa tus manos (con guantes) para estirar y doblar la masa hasta que quede suave y brillante.

Agrega sal al gusto mientras trabajas la masa. Continuar estirando hasta formar una bola firme y uniforme.

Remoja la mozzarella en agua fría durante 5 minutos para que se endurezca y ¡listo! Tu mozzarella casera está lista para ser devorada.

Ahora que ya tienes lista tu mozzarella, imagina las delicias que puedes preparar con ella. ¿Una pizza margarita con tomates frescos y albahaca recién cosechada del huerto? ¿O quizás una lasaña muy suculenta, con generosas capas de queso derretido? Las posibilidades son infinitas, y lo mejor es que sabes exactamente lo que estás comiendo: queso fresco, sin conservantes y lleno de sabor.

Y si quieres darle un toque especial, prueba a condimentar la mozzarella con finas hierbas o pimienta negra recién molida. ¡Se ve increíble! Ah, y un consejo: esta mozzarella también es perfecta para acompañar con tomates cherry y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Perfecto para una merienda rápida y saludable.

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