Condimento casero simple (Condimento casero para hacer la vida más fácil en la cocina)

Receta: Cómo hacer un condimento casero sencillo

Ingredientes

• 1 taza de sal
• 1/2 taza de ajo picado
• 1/2 taza de cebolla picada
• 1/4 taza de perejil picado
• 1/4 taza de cebollino picado
• 1 cucharada de orégano seco
• 1 cucharada de pimienta negra molida
• 1 cucharadita de pimentón dulce

Método de preparación

1. Preparación de Ingredientes

Empieza lavando y picando todos los ingredientes frescos (ajo, cebolla, perejil y cebollino). Asegúrate de que estén secos antes de picarlos para evitar humedad excesiva en el condimento.

2. Mezclar los ingredientes

En un recipiente grande añade la sal, el ajo, la cebolla, el perejil, el cebollino, el orégano, la pimienta negra y el pimentón. Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una combinación homogénea.

3. Almacenamiento

Transfiera la mezcla a un frasco de vidrio con tapa hermética. Almacenar en un lugar seco y ventilado. Este condimento se puede utilizar hasta por tres meses, manteniendo su sabor y aroma.

Tiempo de preparación

Aproximadamente 20 minutos Rendimiento: Se utiliza para condimentar varias comidas, dependiendo de la cantidad utilizada por plato.

¿Por qué hacer tu propio condimento casero?

Hacer su propio condimento casero sencillo ofrece numerosos beneficios. En primer lugar, permite un control total sobre los ingredientes utilizados, asegurando la ausencia de conservantes, colorantes y aditivos químicos habituales en los condimentos industrializados.

Además, puede ajustar las proporciones y agregar o quitar ingredientes para adaptarlos a su gusto personal y necesidades dietéticas específicas.

Otro punto positivo es la economía. Los ingredientes básicos frescos son generalmente más baratos que comprar condimentos ya preparados, especialmente los de alta calidad. La preparación casera también reduce el desperdicio, ya que puedes hacer la cantidad exacta que necesitas.

Sin mencionar que el proceso de preparación es sencillo y rápido, brindando una placentera experiencia culinaria. La sensación de crear algo con tus propias manos y luego utilizarlo en tus platos es gratificante y eleva la calidad de tus comidas diarias.

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