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Calzones fritos sin levadura: la receta fácil y deliciosa

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Paso 2
Pasar la masa a una tabla de repostería y amasarla brevemente con las manos.
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Paso 3
Forma una masa suave y elástica.
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, cúbrelo con un bol al revés y déjalo reposar unos 10 minutos.

Paso 4
Dividir la masa en 6 bolas del mismo peso.
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Paso 5
Extienda cada bola con un rodillo sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada, para obtener discos finos.
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Paso 6
Rellena cada disco con una loncha de jamón crudo, una o dos lonchas de provola y una cucharada de stracchino.
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Paso 7
Cierra cada disco de media luna y sella los bordes doblándolos hacia adentro y presionándolos con la punta de un dedo, formando así una cornisa decorativa.
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Paso 8
Calienta una sartén antiadherente grande a fuego alto, luego coloca dos calzones a la vez y déjalos dorar durante unos 5-6 minutos por cada lado, teniendo cuidado de cocinar también los bordes laterales.
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Paso 9
Coloque los pantalones uno por uno en una tabla de cortar o plato para servir y sirva inmediatamente, calientes y fibrosos.
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Consejo
Dependiendo de tus gustos personales, puedes variar el relleno a tu gusto: en lugar de provola ahumada, puedes utilizar queso de queso, fontina u otro queso fibroso; Si quieres utilizar fiordilatte o ricotta, ten cuidado de dejarlas escurrir del exceso de suero, colocándolas en un colador durante al menos 30 minutos. En lugar de jamón crudo puedes utilizar speck, salami, mortadela o jamón cocido, mientras que para una versión vegetariana bastará con omitir la carne curada y añadir al plato algunas verduras, aceitunas deshuesadas, tomates secos, alcachofas en aceite y todo lo que la despensa y el frigorífico: esta receta es, de hecho, una excelente idea antidesperdicio. Para la más clásica de las variaciones, puedes optar por el puré de tomate , aderezado con un chorrito de aceite, sal y unas hojas de albahaca, y unos dados de mozzarella bien exprimidos.

Es recomendable consumir los calzones en una sartén sin levadura al momento, para disfrutar de toda su fragancia. Si sobran, puedes guardarlas en el frigorífico, bien cerradas en un recipiente hermético, durante un máximo de 1 día , y recalentarlas rápidamente en el horno o en una sartén con tapa antes de disfrutarlas.

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