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1-Escoge el esqueje:
Selecciona una rama de albahaca sana y vigorosa para reproducir. El esqueje debe tener al menos unos 10 centímetros de longitud y debe cortarse justo debajo de un nudo (el lugar donde crecen las hojas).
2-Preparación del esqueje:
Retira las hojas inferiores del esqueje, dejando solo unas pocas en la parte superior. Esto asegurará que la planta concentre su energía, en el desarrollo de nuevas raíces.
3-Coloca el esqueje en agua:
Llena un vaso con agua y coloca el esqueje de albahaca en él, de manera que los nudos inferiores queden sumergidos. Coloca el vaso en un lugar luminoso, pero sin luz solar directa.
4-Cuidado y paciencia:
Cambia el agua del vaso cada dos días para mantenerla fresca y asegurar una buena oxigenación. En unas pocas semanas, comenzarán a formarse raíces en el esqueje.
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