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Comienza batiendo los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa. Este paso es crucial para asegurar la esponjosidad del pastel.
Agrega el aceite, la sal y la leche a la mezcla, continuando batiendo hasta que todos los ingredientes se incorporen uniformemente.
Agrega la harina de trigo poco a poco, revolviendo suavemente hasta que la masa esté completamente integrada.
Ahora toca añadir la mitad del coco rallado a la masa, reservando la otra mitad para terminar.
Precalienta el horno a 180 grados centígrados mientras preparas el molde, untado con margarina y harina de trigo.
Vierte la masa en el molde preparado y distribuye la pasta de guayaba en rodajas sobre la superficie de la masa.
Espolvorea el coco rallado restante sobre la pasta de guayaba, asegurando una cobertura generosa y sabrosa.
Para finalizar, rocía suavemente con leche condensada, aportando un toque de dulzura extra a la receta.
Coloca en el horno precalentado y hornea por 30 minutos aproximadamente o hasta que el pastel esté dorado y firme al tacto.
Saca el bizcocho del horno y espera unos minutos antes de desmoldar.
Después de enfriar un poco, córtelo en porciones generosas y sírvalo con un delicioso café recién hecho.
Disfruta cada bocado de este pastel de coco y guayaba, recordando los sabores y aromas que marcaron los años 80.
Y no olvides compartir esta experiencia gastronómica con amigos y familiares, aportando un poco de alegría y consuelo a la mesa.
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