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Cómo hacer arroz con leche súper cremoso

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MÉTODO DE PREPARACIÓN Arroz Doce
Prepara una cacerola y añade el arroz blanco, el azúcar, la sal, el agua a temperatura ambiente y 500ml de leche.

Reserva el resto de la leche (500ml) para añadirla más tarde durante la cocción del arroz.

Si lo deseas, añade un trozo de canela en rama para darle un toque especial al arroz con leche. Sin embargo, la canela es opcional.

Enciende el fuego a temperatura alta y comienza a revolver. Aunque el arroz no se pegue al fondo de la cacerola, es fundamental remover constantemente. Este proceso libera el almidón del arroz, lo que da como resultado un arroz más cremoso.

Mientras el líquido hierve, sigue removiendo y añade poco a poco los otros 500ml de leche.

No es necesario reducir el fuego a menos que exista riesgo de derrame. El objetivo es dejar que la leche reduzca poco a poco y el arroz absorba los sabores.

Cuando la leche haya reducido considerablemente y el arroz tenga una textura cremosa, añadimos la nata y mezclamos bien.

Aquí viene el secreto para hacer que el arroz con leche sea realmente irresistible. Preparar una caja de leche condensada y tres yemas de huevo, que hay que tamizar.

Las yemas no dejarán sabor ni olor a huevo, pero pasar por un colador es imprescindible para quitar la película.

Mezclar las yemas de huevo tamizadas con la leche condensada y agregar esta mezcla a la sartén. Continúe revolviendo vigorosamente durante unos dos minutos.

Reduzca el fuego a bajo y continúe cocinando por unos minutos más. La intención es conseguir que el arroz con leche quede espeso y cremoso.

Apaga el fuego y, si lo prefieres, deja el caldo en el arroz, ya que cuando se enfríe quedará aún más cremoso.

Puedes servir el arroz con leche frío o caliente. Es tu elección. Y ahora tienes en tus manos la receta perfecta para preparar un arroz con leche cremoso y delicioso.

Espero que esta receta haya sido un verdadero descubrimiento para ti. Compártelo con amigos y familiares, disfrutando juntos de este clásico que agrada a todos los paladares. ¡Buen provecho!

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