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Pasos
Asegúrate de batir las claras de huevo a punto de nieve para lograr la textura ligera y esponjosa característica de un bizcocho de gasa. Luego, incorpora suavemente los ingredientes secos para mantener la delicadeza de la masa.
Paso 1
Precalienta el horno a 175°C (350°F) y coloca el estante en el centro del horno.
Paso 2
En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
Paso 3
Agrega el aceite, las yemas de huevo, el agua, el extracto de vainilla y la ralladura de limón (si estás usando) a la mezcla de ingredientes secos. Bate bien hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Paso 4
En otro tazón limpio y seco, bate las claras de huevo junto con el cremor tártaro hasta que estén espumosas. Luego, agrega gradualmente el azúcar mientras continúas batiendo hasta que se formen picos firmes.
Paso 5
Con movimientos suaves y envolventes, incorpora las claras de huevo batidas a la mezcla de yemas y harina. Asegúrate de no sobrebatir para mantener la ligereza del bizcocho.
Paso 6
Vierte la mezcla en un molde para bizcochos desmontable (preferiblemente sin engrasar) y alísala en la parte superior.
Paso 7
Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro del bizcocho salga limpio.
Paso 8
Una vez horneado, saca el bizcocho del horno y déjalo enfriar boca abajo. Esto ayuda a mantener su textura esponjosa.
Paso 9
Una vez que el bizcocho esté completamente enfriado, pasa un cuchillo alrededor del borde del molde para despegar el bizcocho y luego desmóldalo con cuidado.
Paso 10
Puedes decorar el bizcocho con azúcar glas espolvoreada por encima o con frutas frescas si lo deseas.
¡Listo! Ahora tienes un delicioso bizcocho de gasa listo para disfrutar. ¡Espero que te quede delicioso!