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Rollito de bizcocho con crema de leche y gelatina de fresa

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Mezcle los ingredientes secos:
tamice la harina para todo uso, el polvo para hornear y la sal. Incorpora esto suavemente a la mezcla de huevo con una espátula, asegurándote de que la masa no pierda aire. El objetivo es retener la mayor cantidad de aire posible para crear un bizcocho ligero y esponjoso.
Hornea el pastel:
vierte la masa en el molde preparado y extiéndela uniformemente con una espátula. Hornee en el horno precalentado durante 10-12 minutos o hasta que el pastel esté ligeramente dorado y rebote al tocarlo.
Enrollar y enfriar:
espolvorear un paño de cocina limpio con azúcar en polvo. Una vez que el pastel esté listo, voltéelo inmediatamente sobre la toalla. Retire el papel pergamino y luego use la toalla para enrollar suavemente el pastel de un extremo corto al otro. Deje que se enfríe completamente en esta posición enrollada.
Prepara el relleno:
Mientras el bizcocho se enfría, prepara la crema de leche y la gelatina de fresa según tu receta favorita o las instrucciones del paquete. La crema de leche se debe batir hasta que quede suave y cremosa y la gelatina debe estar firme pero untable.
Armar el pastel:
Extienda con cuidado el pastel enfriado. Untamos una capa de crema de leche sobre el bizcocho y luego una capa de gelatina de fresa. Vuelve a enrollar el bizcocho, esta vez sin toalla.
Deje enfriar y sirva:
envuelva el rollo de pastel en una envoltura de plástico y refrigérelo durante al menos una hora para que se endurezca. Para darle un agradable toque final, espolvoree con azúcar en polvo adicional antes de servir.
Este bizcocho con crema de leche y gelatina de fresa es un testimonio de la belleza de combinar ingredientes simples en un postre elegante y delicioso. Disfruta el proceso de elaboración de este delicioso manjar y la alegría que brinda a quien lo prueba.

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