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Muchos expertos recomiendan comer al menos 5 raciones de fruta al día. Una ración de fruta equivale aproximadamente a 80 gramos de fruta fresca o 150 ml de zumo de fruta sin azúcar. Sin embargo, no todas las frutas son iguales en cuanto a calorías y azúcar. Por ejemplo, los plátanos y las uvas contienen cantidades relativamente altas de azúcar, mientras que las manzanas y las peras contienen más fibra y menos calorías.
Para aprovechar al máximo las frutas, es importante almacenarlas adecuadamente. La fruta fresca se puede almacenar a temperatura ambiente por un corto tiempo, pero para un almacenamiento más prolongado es mejor conservarla en el refrigerador.
Frutas refrigeradas o congeladas
Las manzanas, naranjas y peras se pueden almacenar en el refrigerador durante varias semanas, mientras que los plátanos y las uvas deben almacenarse a temperatura ambiente.
Si eliges frutos secos, debes prestar atención a la cantidad de azúcar añadido y al total de calorías. Los frutos secos son ricos en calorías y, a menudo, contienen azúcar añadido, por lo que es mejor comerlos con moderación.
También existen métodos de conservación de frutas que preservan sus valores nutricionales y alargan su vida útil. Por ejemplo, las frutas se pueden congelar para su uso posterior. Las frutas congeladas son excelentes para preparar batidos, batidos y helados, pero también para cocinar postres.
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