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Comience pelando las zanahorias y cortándolas en la forma que desee: palitos, monedas o incluso diagonales elegantes para darles aún más atractivo.
Blanquear las zanahorias:
Traiga una olla grande con agua a hervir. Blanquear las zanahorias cortadas en rodajas durante 2-3 minutos para que se ablanden un poco. Este proceso garantiza que las zanahorias se mantengan crujientes y coloridas incluso después del enlatado.
Prepara la salmuera:
En otra olla, combine agua, vinagre, sal y azúcar. Lleva la mezcla a ebullición y revuelve hasta que la sal y el azúcar se disuelvan por completo. Este es tu forro.
Agrega especias:
Agregue las hierbas y especias seleccionadas al fondo de cada frasco limpio.
Llenar vasos:
Presione firmemente las zanahorias blanqueadas en los frascos. Vierte la salmuera caliente sobre las zanahorias, asegurándote de que queden completamente cubiertas. Deje aproximadamente media pulgada de espacio en la parte superior de cada frasco.
Sellar y almacenar:
Cierra bien los frascos con sus tapas. Déjalos enfriar a temperatura ambiente. Para obtener el mejor sabor, refrigere los frascos durante al menos 48 horas antes de abrirlos para permitir que los sabores se combinen.
Consejos para obtener mejores resultados:
Esterilice sus frascos: Para evitar la contaminación y extender la vida útil de sus zanahorias encurtidas, asegúrese de que sus frascos y tapas estén esterilizados antes de usarlos.
Ajustar sabores: Siéntete libre de ajustar las especias y hierbas a tu gusto. Cada adición puede crear un perfil de sabor completamente nuevo.
Almacenamiento: Guarde los frascos sellados en el refrigerador donde durarán varios meses.
Esta receta de zanahoria en frasco es una manera maravillosa de conservar los beneficios de las zanahorias y al mismo tiempo tener a mano un condimento delicioso y crujiente. Ya sea que se agreguen a una comida o se disfruten directamente del frasco, ¡estas zanahorias en escabeche seguramente serán un éxito!
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