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Como plantas epífitas, las orquídeas crecen literalmente sobre otras plantas sin dañarlas ni privarlas de nutrientes esenciales. Sin embargo, a pesar de su adaptabilidad, las orquídeas requieren cuidados especializados para alcanzar su máximo potencial.
Una forma comprobada de hacer que su orquídea florezca y se mantenga saludable durante todo el año es utilizar un aditivo orgánico. Una solución sencilla, económica y eficaz es preparar una solución de agua con ajo. El ajo contiene una gran cantidad de antioxidantes, ácidos orgánicos y aceites esenciales que nutren el suelo y fortalecen el sistema inmunológico de la planta.
Para preparar la solución, basta con cuatro dientes de ajo pelados, remojados en 1,5 litros de agua y luego colados. Esta agua de ajo protege el suelo de tu orquídea y favorece su crecimiento y producción de flores.
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