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A medida que su planta de clavel crece, es posible que necesite podarla para promover un crecimiento más frondoso y mantener su forma. Utilice un jardín esterilizado para eliminar el color o el calor excesivo. Esto no sólo ayuda a que la planta luzca más agradable desde el punto de vista estético, sino que también promueve patrones de crecimiento más saludables. Retire periódicamente las hojas amarillentas o muertas para mantener la planta sana y prevenir posibles problemas de plagas.
Control de plagas y enfermedades.
Las plantas de clavo pueden ser susceptibles a plagas como pulgones, arañas rojas y cochinillas, así como a enfermedades fúngicas cuando las condiciones no son ideales. Inspeccione sus plantas con regularidad para detectar signos de infestación o enfermedad. Si nota plagas, considere usar un jabón insecticida orgánico suave o una solución de aceite de neem para abordar el problema sin dañar la planta. Proporcione una buena circulación de aire alrededor de la planta para reducir el riesgo de enfermedades fúngicas.
Cosechar clavos
La recompensa por tu cuidadoso cultivo es la cosecha. Las plantas de clavo normalmente florecen después de unos años de crecimiento y los clavos son los botones florales. Coseche los cogollos cuando estén regordetes y hayan desarrollado un tono rojizo pero se estén abriendo. Seque los dientes cosechados al sol o en un deshidratador de alimentos hasta que estén crujientes y oscuros, lo que significa que estarán listos para usar.
Cultivar clavo desde la semilla hasta la especia es una tarea que vale la pena y que no sólo le proporciona un suministro fresco de esta especia aromática sino que también agrega un toque tropical a su hogar o jardín. Con paciencia y el cuidado adecuado, sus plantas de clavel prosperarán y brindarán belleza y utilidad.
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