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– 1/2 taza de agua
– 1/2 taza de vinagre blanco
– 1 cucharada de aceite vegetal
– 10-15 gotas de aceite esencial de menta
2. Mezcle todos los ingredientes en una botella con atomizador.
3. Agite bien para garantizar que el aceite y el agua se mezclen bien.
Paso 2: Aplicación
1. Identifique los puntos de entrada de hormigas y las áreas de alto tráfico.
2. Rocíe la mezcla directamente sobre estas áreas.
3. Repita la aplicación si observa actividad persistente de las hormigas.
Paso 3: Prevenga futuras infestaciones
1. Asegúrese de eliminar todas las partículas de comida inmediatamente después de las comidas.
2. Selle las grietas y hendiduras en paredes, ventanas y puertas por donde podrían entrar las hormigas.
3. Compruebe y actualice el spray periódicamente en las zonas problemáticas conocidas.
¿Por qué funciona esto?
Vinagre blanco: Actúa como repelente natural de hormigas por su fuerte olor y acidez. La acidez altera los rastros olfativos de las hormigas, que utilizan para navegar y comunicarse entre sí. Al cubrir estas huellas, el vinagre confunde a las hormigas y puede impedir que regresen.
Aceite vegetal: Ayuda a que la solución se adhiera a las superficies por más tiempo, asegurando que el aroma del vinagre permanezca en su lugar para mantener alejadas a las hormigas. También puede atrapar y asfixiar a las hormigas que entran en contacto directo con el petróleo.
Aceite esencial de menta: conocido por su fuerte aroma que es intolerable para muchas plagas, incluidas las hormigas. El aceite de menta es un repelente de insectos natural que disuade eficazmente a las hormigas de ingresar a las áreas tratadas.
Cuando se usa correctamente, este repelente de hormigas casero puede resolver su problema de hormigas de manera rápida y eficiente mediante el uso de ingredientes seguros y no tóxicos que probablemente ya estén en su cocina. No sólo proporciona una solución rápida, sino que también respeta el medio ambiente y la salud de su hogar, garantizando espacios de vida seguros y limpios.
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